La Bella Durmiente (1959) – El corcel que acompaña al príncipe en su galope hacia el destino
La Bella Durmiente (1959) – El corcel que acompaña al príncipe en su galope hacia el destino
Dirigida por Clyde Geronimi, con música basada en la
partitura de Tchaikovsky y una estética que recuerda a los tapices medievales, La
Bella Durmiente es uno de los cuentos de hadas más emblemáticos de Disney.
En él, la princesa Aurora, condenada por la maldición de Maléfica, cae en un
sueño profundo hasta que el beso del verdadero amor rompa el hechizo. Y es aquí
donde el caballo del príncipe Felipe entra galopando al corazón de la
historia.
Sinopsis breve
Aurora, también conocida como Rosa en su infancia, es
escondida por tres hadas bondadosas para protegerla de una maldición lanzada
por la temida Maléfica. Aun así, la profecía se cumple cuando la joven toca un
huso maldito el día de su cumpleaños número 16. Mientras duerme, el reino
entero cae en el letargo, y solo el príncipe Felipe —que ya había conocido a
Aurora en el bosque sin saber quién era— puede salvarla… si logra escapar de la
mazmorra, atravesar un bosque encantado y derrotar al dragón. Todo esto, a
lomos de su fiel corcel.
El caballo de
Felipe: nobleza, valentía y cuento de hadas
Aunque nunca se menciona su nombre en la película original,
el caballo blanco del príncipe Felipe es un personaje constante y
silencioso. Desde la primera vez que vemos a Felipe, está cabalgando junto a su
padre, y luego se interna solo en el bosque, donde tiene un encuentro
inesperado con Aurora.
- Elegante,
musculoso y perfectamente entrenado, este corcel representa lo mejor
del espíritu caballeresco: lealtad, coraje y nobleza.
- Tiene
una expresividad simpática, especialmente en la escena del bosque,
donde muestra algo de picardía mientras observa a Felipe cantar y soñar
despierto con su misteriosa doncella.
- Durante
el clímax, cuando las hadas liberan al príncipe y lo arman con la
Espada de la Verdad y el Escudo de la Virtud, el caballo galopa con
fuerza a través de un campo de espinas malditas lanzadas por Maléfica. Su
galope es firme, decidido, digno de un guerrero de leyenda.
Contra el dragón:
el galope de un héroe
Uno de los momentos más épicos de la historia de Disney es,
sin duda, la batalla entre el príncipe Felipe y Maléfica transformada en
dragón. Antes de este combate, el caballo del príncipe lo lleva al borde del
abismo, a través del fuego y la oscuridad, dándole el tiempo y la posición
para lanzar su golpe final.
Aunque luego Felipe enfrenta al dragón a pie, no habría
llegado allí sin su caballo. Es un momento clásico de la figura heroica
medieval montada a caballo, una imagen que ha inspirado a generaciones.
Animación y arte
La animación de La Bella Durmiente es legendaria, y
el diseño del caballo también tiene un enfoque artístico:
- Líneas
elegantes, cuello alto y una melena estilizada que evoca los caballos
de los grabados antiguos y cuentos de hadas.
- El
movimiento fluido, noble y lleno de gracia le da un aire eterno, como
salido de una pintura renacentista.
- El
contraste del blanco del caballo contra los paisajes sombríos y oscuros
refuerza su papel como símbolo de la luz frente a la oscuridad.
"El caballo del príncipe representa la última
esperanza en un reino dormido. Su galope atraviesa las sombras como una canción
heroica sin palabras."
— Apunte de animación de los estudios Disney
Conclusión
Aunque no habla ni tiene escenas cómicas como Maximus o
Khan, el caballo del príncipe Felipe en La Bella Durmiente es un
emblema de la narrativa clásica del héroe. Su galope acompaña el despertar del
amor verdadero, y su paso firme entre espinas encantadas es tan esencial
como la espada misma.
En este cuento de hadas eterno, donde los hechizos y las
hadas marcan el destino, el corcel blanco representa el puente entre el
sueño y el despertar, entre la oscuridad y la esperanza.
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